La Rioja homenajeó a dos grandes misioneros: Mama Antula y el papa Francisco

Con la bendición de un mural en homenaje al pontífice y la entronización de la imagen y reliquias de la santa, arte, fe y memoria se unieron en una jornada con perfume de misión en la catedral.

La catedral de La Rioja fue escenario, el 23 de mayo, de una doble celebración. En una de sus paredes externas se bendijo un nuevo mural en homenaje al papa Francisco, recientemente fallecido. A continuación, se celebró una misa presidida por monseñor Dante Braida, durante la cual fueron entronizadas la imagen y las reliquias de Mama Antula, primera santa argentina.

El mural, obra del artista Facundo Palacios, reemplaza al antiguo retrato de los mártires riojanos y muestra a Francisco en un gesto de cercanía, saludando a los fieles desde la nave de la catedral San Nicolás de Bari.

Con una casulla roja y una actitud de salida, el pontífice es representado como emblema de sinodalidad y misión. "Lo pinté saliendo de la catedral, como signo de una Iglesia en salida, como él siempre soñó", explicó el autor.

Durante la bendición del mural, monseñor Braida destacó el poder de las imágenes para interpelar el corazón y conectar con lo trascendente: "Nos invitan a detenernos, contemplar y dejarnos transformar".

El acto contó con la presencia de autoridades eclesiásticas y civiles así como miembros de Gendarmería Nacional. Todos coincidieron en la importancia del arte sacro como medio de evangelización y memoria viva.

Luego de la bendición, los fieles se congregaron para recibir a la imagen de María Antonia de Paz y Figueroa -Mama Antula- que fue llevada en andas por una familia misionera. Acompañada por cofradías, promesantes y miembros de Gendarmería Nacional, la santa ingresó a la catedral en una colorida procesión, precedida por jóvenes confirmandos, monaguillos, sacerdotes y el propio obispo.

Ya en el presbiterio, escoltada por figuras con vestimentas históricas, Mama Antula recibió el homenaje de una comunidad emocionada. Sus reliquias, portadas por el comandante general de Gendarmería, fueron colocadas en el altar como signo de presencia y comunión.

Durante la homilía, monseñor Braida resaltó la vida entregada de la santa, quien difundió los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola en tiempos de adversidad: "Mama Antula entendió que a través de la espiritualidad ignaciana las personas podían encontrarse con Dios y transformar su vida en servicio".

La celebración concluyó con un llamado a seguir el camino de estos dos grandes testigos de fe. Desde La Rioja, el mural de Francisco y la presencia de Mama Antula invitan a renovar el compromiso con una Iglesia orante, fraterna y misionera.+