Nigeria: ACN denunció una ola de ataques en el centro del país que dejó decenas de muertos

La Fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada denunció los ataques contra comunidades agrícolas en el que murieron unas 40 personas y un sacerdote fue herido.

La Fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) denunció este viernes la ola de ataques violentos en la región central de Nigeria, que causó la muerte de al menos 40 personas durante el fin de semana y el lunes.

Todavía hay varios heridos y personas secuestradas, informa la fundación pontificia, según información recogida en la diócesis de Makurdi.

Las aldeas del estado de Benue fueron el blanco de una ola de violencia que fuentes locales atribuyeron a pastores fulani, y entre las víctimas había un policía y civiles que fueron blanco de "lo que parecen haber sido ataques coordinados contra comunidades agrícolas", afirmó la Fundación.

El primer incidente ocurrió el sábado en Tse Orbiam, área de gobierno local de Gwer West, cuando el padre Solomon Atongo, de la parroquia de Jimba, recibió un disparo en la pierna cuando regresaba de un servicio en memoria de dos sacerdotes asesinados en 2018.

El padre Solomon Atongo, de la parroquia de Jimba, recibió un disparo en la pierna izquierda por asaltantes armados identificados como yihadistas fulani. Las dos personas que lo acompañaban fueron secuestradas por los atacantes. El padre Atongo está recibiendo tratamiento médico, declaró a ACN Internacional Ori Hope Emmanuel, de la Fundación para la Justicia, el Desarrollo y la Paz de la diócesis.

Al mismo tiempo, un agricultor local que acababa de terminar su jornada de trabajo fue asesinado a tiros en su granja.

Ante esta situación, el padre Oliver Ortese, presidente del Consejo Consultivo Internacional de la diócesis de Makurdi, criticó a las fuerzas de seguridad por no haber actuado durante el ataque.

Hay un puesto militar, administrado por el gobierno, donde se alojan soldados del ejército nigeriano, y allí ocurrió este incidente, que ha dejado muchas preguntas abiertas. ¿Los soldados estaban durmiendo durante el tiroteo? Se preguntó.

La Fundación ACN informó que la violencia continuó y se intensificó al día siguiente, cuando al menos 32 personas murieron en Aondona y Ahume, también en la misma área de gobierno local de Gwer West.

Ori Emmanuel describe que los atacantes, fuertemente armados, "abrieron fuego indiscriminadamente, causando víctimas civiles y provocando pánico y confusión generalizados".

"Muchos residentes huyeron de sus hogares en busca de seguridad", añadió.

Ese mismo día, tres miembros de una familia -un padre, su hijo adolescente y un niño de dos años- fueron asesinados en la aldea de Yelewata, en la región de Guma.

El lunes, hubo cinco ataques más en Tse Orbiam y seis en Ahume, en la región de West Gwer, informa AIS.

Los atacantes "dispararon indiscriminadamente contra la gente, causando varias muertes, incluida la de un policía que estaba en misión especial en la zona", contó el sacerdote.

El último ataque registrado tuvo lugar el mismo día, cuando hombres armados abrieron fuego contra residentes y viajeros, hiriendo a seis personas y matando a una en la ruta Naka-Adoka en Gwer West.

"Están creando crisis humanitarias, ya que los que sobreviven son trasladados a campos donde se convierten en mendigos para ganarse la vida", advirtió el padre Ortese, de la diócesis de Makurdi, sobre el impacto que la sucesión de ataques está teniendo en las comunidades locales.

"No te puedes imaginar la realidad que vivimos aquí. Esto es horror. Esto es terror", expresó Ortese.+