La lucha contra las drogas pasa por desmantelar a las mafias, indicó el Papa

  • 26 de junio, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
Con motivo del Día Internacional contra el abuso y el tráfico Ilícito de drogas, León XIV ensalzó el compromiso incansable de la Iglesia en la lucha contra este flagelo.

En el Día mundial contra el abuso y el tráfico ilícito de drogas, que se celebra cada 26 de junio, el papa León XIV sostuvo que la guerra debe librarse contra los narcotraficantes que hacen de esta actividad "su inmenso negocio", y pide a los gobernantes "no liberarse de los marginados"

El pontífice hizo hoy estas afirmaciones durante una audiencia en el Palazzo San Dámaso del Vaticano, con participantes a una Jornada con motivo de esta problemática. 

"La lucha contra el narcotráfico, el compromiso educativo con los pobres, la defensa de las comunidades indígenas y migrantes, la fidelidad a la doctrina social de la Iglesia se consideran subversivas en muchos lugares", denunció el Santo Padre.

En su discurso, León XIV también condenó la existencia de "enormes concentraciones de intereses y organizaciones criminales ramificadas que los estados tienen el deber de desmantelar", aunque a veces "es más fácil luchar contra sus víctimas".

"Con demasiada frecuencia, en nombre de la seguridad, se ha librado y se libra una guerra contra los pobres, llenando las cárceles con aquellos que son solo el último eslabón de una cadena de muerte. Aquellos que tienen la cadena en sus manos, por otro lado, logran tener influencia e impunidad", criticó.

En este punto, León XIV indicó que "nuestras ciudades no deben liberarse de los marginados, sino de la marginación; no deben limpiarse de los desesperados, sino de la desesperación", y ensalza el compromiso incansable de la Iglesia en la lucha contra las drogas y que "no se puede abandonar mientras, a nuestro alrededor, alguien siga preso en las diversas formas de adicción".


"Nuestra lucha es contra aquellos que hacen de las drogas y cualquier otra adicción -pensemos en el alcohol o el juego- su inmenso negocio", agregó.

"Dios hace grandes cosas con quienes libera del mal"
El Santo Padre también ofreció palabras de consuelo a todos los que luchan contra una adicción, recordando que si bien el consumo de drogas puede ser una especie de "prisión invisible" de la que es difícil escapar, estamos llamados a la libertad.

"Las drogas y las adicciones son una prisión invisible que ustedes, de diferentes maneras, han conocido y combatido, pero todos estamos llamados a la libertad".

El Papa agradeció a todos los que hicieron posible el encuentro, especialmente durante el Jubileo, "un año de gracia en el que se reconoce a todos la dignidad, muchas veces disminuida o negada". 

El Día mundial contra el uso indebido y el tráfico ilícito de drogas fue declarado por las Naciones Unidas para concientizar sobre el grave problema que representan las drogas ilícitas para la sociedad. Cada año, el Día busca fortalecer la acción y la cooperación mundial para lograr un mundo libre de drogas y se conmemora con campañas, eventos educativos y esfuerzos comunitarios para apoyar la prevención, el tratamiento y la recuperación. 

En su discurso, el Papa destacó que toda la sociedad necesita un empujón para afrontar este fenómeno y dijo que el mundo "necesita su testimonio y el gran trabajo que están haciendo".

"Avancemos juntos -dijo- multiplicando espacios de sanación, de encuentro y de educación: caminos pastorales y políticas sociales que empiezan en la calle y nunca descartan a nadie".

Jesús recreó a los apóstoles
El Papa invitó a todos los que luchan contra una adicción a mantener la esperanza, no "como un eslogan", "sino como una luz redescubierta a través del gran esfuerzo", y garantizada por las palabras transformadoras de paz del Señor para todos nosotros.

Jesús, recordó, había entregado esta paz a los discípulos encerrados en el Cenáculo la noche de Pascua, después de haberlo abandonado, asustados y desanimados.


"Fue Jesús", recordó el papa León, quien "los encontró de nuevo, quien vino una vez más a buscarlos entrando, aun con las puertas cerradas, en el lugar donde estaban como enterrados vivos. Les trajo la paz, los recreó con el perdón y sopló sobre ellos, es decir, les dio el Espíritu Santo, que es el aliento de Dios en nosotros".

"Cuando nos falta el aire, cuando nos falta la perspectiva, nuestra dignidad se marchita", dijo. "¡No olvidemos que Jesús Resucitado sigue viniendo y trayendo su aliento!".

El Señor, aseguró el Papa León, actúa a menudo a través de personas que van más allá de nuestras puertas cerradas y que, a pesar de todo lo que haya sucedido, ven todavía la dignidad que nosotros hemos olvidado o que nos fue negada.

Aunque "la droga y las adicciones son una prisión invisible que ustedes, de diferentes maneras, han conocido y combatido, todos estamos llamados a la libertad", afirmó.

"Cuando nos falte el aire, cuando nos falte la perspectiva, no olvidemos que Jesús Resucitado sigue viniendo y trae su aliento".

El Papa recordó que san Agustín confesó que "sólo en Cristo la inquietud de su corazón encontró paz", y llamó a la unión, especialmente la que viene de Dios, para superar el mal y la injusticia.


"Dios, que creó y conoce a cada persona", aseguró el papa León, "está más cerca de mí que yo mismo" y "nos hizo para estar juntos".

"Dios hace grandes cosas con aquellos que libera del mal", y el Salmo nos recuerda que "la piedra desechada por los constructores se ha convertido en piedra angular". "Ustedes también son piedras preciosas en la construcción de una nueva humanidad", animó el Papa.

"Juntos, por encima de toda adicción degradante", subrayó el Papa León XIV, "haremos prevalecer la dignidad infinita impresa en cada persona".+