'Mantengan vivo el amor por la fe y la familia', pidió el Papa a catequistas vietnamitas
- 25 de julio, 2025
- Hanoi (Vietnam) (AICA)
Al celebrar el 400 aniversario del nacimiento del primer mártir del país, el beato Andrés Phú Yên, en un videomensaje León XIV les aconsejó "no desestimar nunca el don que tienen".

El Santo Padre León XIV envió un videomensaje a los catequistas vietnamitas con motivo del 400 aniversario del nacimiento del beato Andrés Phú Yên, primer mártir del país.
En vísperas del Jubileo de la Juventud en Roma, expresó su gratitud a todos, especialmente a los jóvenes, que participarán de esta Jornada y de modo especial agradeció por estar "unidos en oración ante la santa reliquia del beato.
Reflexionando sobre la vida de "un gran hijo de Vietnam", el Papa León destacó cómo el beato Andrés fue "un asistente inestimable de los misioneros jesuitas que llevaron el Evangelio a Vietnam después de su bautismo".
Asesinado por la fe
La exhortación apostólica Christus Vivit del papa Francisco, explica cómo el beato vietnamita fue encarcelado por su fe y, al negarse a renunciar a ella, fue martirizado. Sus últimas palabras fueron el nombre de Jesús.
El Papa León destacó cómo, al sacrificar su vida con tan solo 19 años, Andrés respondió al llamado de Cristo a "devolver amor por amor". Su testimonio le valió el título de protomártir de Vietnam y fue beatificado por el papa San Juan Pablo II en el 2000.
Como patrono de los catequistas, el Papa León pidió su intercesión para animar a quienes se dedican a enseñar la fe a seguir el ejemplo del joven mártir en medio de la prueba.
Una Iglesia de catequistas
Dirigiéndose a la Iglesia en Vietnam, el Sucesor de Pedro aprovechó su mensaje para mostrar cómo la comunidad local está repleta de catequistas dedicados a enseñar la fe a niños y jóvenes. 64.000 catequistas están presentes dentro y fuera de Vietnam, señaló el Papa, llamándolos "parte fundamental de la vida parroquial".
Agradeciendo a quienes sirven en este campo, los instó a "nunca subestimar el don" que representan, ya que "atraen a niños y jóvenes a la amistad de Jesús" con su enseñanza y ejemplo.
Los misioneros católicos llegaron a Vietnam en el siglo XVI.
Continuando su mensaje, el pontífice les recordó que "son enviados por la Iglesia para ser signos vivos del amor de Dios: humildes servidores como el beato Andrés, llenos de celo misionero".
El Papa recordó cómo, según se dice, el beato Andrés animó a sus hermanos cristianos a mantenerse firmes en su fe y a orar por él durante su encarcelamiento.
León XIV usó esto como recordatorio de que la vida cristiana, en particular la catequesis, "nunca es una tarea solitaria". Todos formamos parte del Cuerpo de Cristo.
Arraigado en la familia y la cultura
Refiriéndose una vez más a las palabras de su predecesor, el Santo Padre recalcó que el ministerio de los catequistas hunde sus raíces en la herencia familiar y cultural. Animó a los catequistas a mantener vivo el amor por su familia y su patria en su trabajo.
Su fe y cultura se transmiten, "especialmente la fe heroica de sus padres y abuelos, quienes, como el beato Andrés, dieron testimonio en el sufrimiento y les enseñaron a confiar en Dios". El Papa los instó a usar estas tradiciones y raíces -que son dones de Dios- para ayudarlos en su misión de compartir la fe con los demás.
Al concluir su mensaje, el Papa León invitó a los catequistas vietnamitas a unirse espiritualmente a los jóvenes peregrinos que llegan a Roma para el Jubileo de la Juventud y a unirse también a sus hermanos y hermanas en Vietnam. Encomendándolos a Dios y su labor, los bendijo y pidió la intercesión del beato Andrés.+