Año Jubilar por los 300 años de la canonización de Santo Toribio de Mogrovejo
- 17 de diciembre, 2025
- Lima (Perú) (AICA)
Con profunda alegría y espíritu misionero, la Iglesia en el Perú inició el jubileo en honor del segundo arzobispo de Lima y patrono del episcopado latinoamericano.
La Iglesia en el Perú dio inicio al Año Jubilar por los 300 años de la canonización de Santo Toribio de Mogrovejo, modelo de pastor cercano, justo y misionero. Santo Toribio fue canonizado en 1726 y proclamado patrono del episcopado latinoamericano por san Juan Pablo II.
La celebración inaugural del jubileo -que se extenderá hasta el 10 de diciembre de 2026- estuvo presidida por el cardenal Carlos Castillo, arzobispo de Lima, quien exhortó a reconocer la presencia viva de Jesucristo en la historia de nuestro pueblo. Frente a la imagen de Santo Toribio, recordó que su fe fue auténtica y profundamente encarnada, expresada en el servicio, el trato digno y una espiritualidad que no fue ajena al sufrimiento del pueblo.
En la arquidiócesis de Lima
Desde horas muy tempranas del 14 de diciembre, los fieles se congregaron en los exteriores de la iglesia de San Lázaro para participar en una procesión que recorrió el histórico puente Trujillo, pasó por Desamparados y culminó en la Plaza Mayor de Lima, donde se celebró la Eucaristía en la Catedral de Lima.
Acompañaron el recorrido los obispos de la arquidiócesis, el clero limeño, los canónigos del Cabildo Metropolitano y diversas hermandades, en un signo de una Iglesia que camina con su pueblo, como lo hizo Santo Toribio.
Durante la homilía el arzobispo limeño reflexionó sobre la figura de Santo Toribio de Mogrovejo, destacando su testimonio como verdadero pastor y misionero. Recordó que, antes de anunciar el Evangelio, supo escuchar, organizar y acompañar a los pueblos, aprendiendo sus lenguas y defendiendo con firmeza la dignidad de los indígenas. Su legado muestra que el cristianismo no puede ser un adorno, sino que debe sostenerse en la justicia y el respeto a la persona humana.
"El inicio del Año Jubilar -expresó el cardenal Castillo- es también una invitación a superar el individualismo espiritual y a construir una Iglesia donde todos tengan voz. Inspirados en Santo Toribio, se nos anima a ser una Iglesia cercana, misionera y solidaria, que aliente siempre a su pueblo y deje huella en la historia.
Finalmente, se anunció que, a lo largo de este Año Jubilar, las reliquias de Santo Toribio de Mogrovejo recorrerán todos los decanatos de la arquidiócesis de Lima, fortaleciendo la fe y el espíritu misionero de las comunidades.
En Chiclayo
La diócesis de Chiclayo, de la que fuera obispo el actual Papa, también se unió a las celebraciones con dos actos importantes, los días 12 y 13 de diciembre y contó con la presencia del nuncio apostólico en el Perú, monseñor Paolo Rocco.

El 12 de diciembre, en el Teatro del Colegio "Santo Toribio de Mogrovejo", se dio inicio a las festividades con las palabras del obispo diocesano, monseñor Edinson Edgardo Farfán Córdova OSA, quien destacó que esta celebración representa un tiempo de gracia para la Iglesia local y para toda la Iglesia peruana y destacó que la presencia del nuncio apostólico honra profundamente a la diócesis y expresa la comunión viva con el sucesor de Pedro y recordó con especial afecto al papa León XIV, quien visitó en diversas ocasiones el Convento San Agustín de Zaña para orar ante las reliquias de Santo Toribio y por la misión de la Iglesia en el Perú.
Monseñor Farfán destacó que "el Jubileo invita a renovar el compromiso pastoral a la luz del testimonio de Santo Toribio de Mogrovejo, pastor incansable y defensor de la dignidad humana, animando a vivir una Iglesia en salida, cercana al pueblo, abierta al diálogo y comprometida con los más necesitados".
Luego de esta inauguración se realizó un Concierto de saxo, el canto de las Vísperas, una conferencia de prensa sobre Santo Toribio de Mogrovejo, la presentación del proyecto de la película sobre el patrono del episcopado latinoamericano y un concierto de coro con música criolla y un baile de marinera.
Modelo de obispo y misionero
El 13 de diciembre, el nuncio apostólico presidió una misa multitudinaria, en el distrito de Zaña, donde murió el santo peruano
Durante su homilía, monseñor Rocco recordó que Santo Toribio encarnó de manera ejemplar el mandato del Señor Resucitado de "ir y hacer discípulos a todas las gentes". Este llamado, señaló, se estructura en la proclamación del poder salvífico de Cristo, el envío misionero y la promesa permanente de su presencia.

El representante del Papa en el Perú resaltó que la acción pastoral de Santo Toribio se caracterizó "por una evangelización profundamente unida a la catequesis, recorriendo incansablemente su vasta arquidiócesis, promoviendo una Iglesia cercana, misionera y encarnada en la realidad del pueblo". Recordó que, durante 25 años, recorrió incansablemente más de 40 mil kilómetros a pie y a lomo de mula, por su extensa arquidiócesis.
Además, subrayó que Santo Toribio impulsó concilios y sínodos, y elaboró el primer catecismo trilingüe en quechua, aymara y español. El nuncio destacó que "la misión evangelizadora implica la defensa de la dignidad humana y de los derechos fundamentales, tal como lo vivió Santo Toribio al defender a los pueblos originarios".
Asimismo, en la celebración se dio lectura al Decreto de la Penitenciaría Apostólica que concede indulgencia plenaria a los fieles en este año del Jubileo de la 300 canonización de Santo Toribio de Mogrovejo.
Santo Toribio de Mogrovejo, santo y pastor
Toribio Alfonso de Mogrovejo nació en Mayorga, Castilla (España), en 1538. Estudió derecho y fue profesor en la Universidad de Salamanca. Siendo laico recibió el encargo del rey Felipe II para presidir la inquisición de Granada, en calidad de juez principal.
Años más tarde, el rey, impresionado por la virtud y humanidad de Toribio, le propuso al papa Gregorio XIII que lo nombre segundo arzobispo de Lima. En esos momentos, quien asumía dicha sede se hacía responsable de una vasta jurisdicción, la que comprendía la mayor parte de la Sudamérica hispana entonces. Fue consagrado obispo en 1580.

Santo Toribio es figura prominente en la historia de la evangelización de los pueblos americanos. Se le reconoce haber sido uno de los más grandes defensores de los indefensos y explotados en los tiempos del virreinato del Perú.
Recorrió a pie todo el territorio de su arquidiócesis en dos ocasiones (y falleció durante su tercer recorrido en 1606), una tarea nada fácil si se considera que incluía terrenos accidentados y peligrosos, gran parte de ellos en los Andes.
Fue canonizado por el papa Benedicto XIII el 10 de diciembre de 1726. Su fiesta se celebra en la Argentina el 27 de abril.+