El nuncio apostólico en Israel condenó la quema del árbol de Navidad en Jenin
- 23 de diciembre, 2025
- Cisjordania (Palestina) (AICA)
Jóvenes islamistas radicalizados incendiaron deliberadamente el árbol de Navidad en Cisjordania. "Este es un acto reprensible que no promueve la convivencia", condenó el nuncio.
Tras el grave acto vandálico cometido la mañana del lunes por jóvenes islamistas radicalizados que incendiaron deliberadamente el árbol de Navidad en Jenin, Cisjordania, el nuncio apostólico en Israel, monseñor Adolfo Tito Yllana alzó la voz: "Este es un acto reprensible que no promueve la convivencia", lamentó.
"El árbol anuncia que es nuestra festividad y que queremos celebrarla", explicó el nuncio, quien también es delegado apostólico para Jerusalén y Palestina.
"La luz siempre es más fuerte que la oscuridad, y los cristianos seguirán siendo la sal de la tierra y la luz del mundo, a pesar de los enemigos de la paz, el amor y la alegría". Desde la parroquia del Santísimo Redentor en Jenin, Cisjordania, las voces de los fieles se alzan tras el acto vandálico cometido por jóvenes islamistas radicalizados que prendieron fuego deliberadamente al árbol de Navidad.
"Basta con no quemar el alma; hemos regresado y hemos resucitado", repiten los cristianos, listos para encender un nuevo árbol la tarde del martes 23 de diciembre, cuando el obispo William Shomali, vicario general del Patriarcado Latino de Jerusalén, viaje a Jenin para inaugurar un nuevo abeto, "símbolo de nueva vida y de luz que ilumina nuestros corazones", en presencia de las autoridades locales.

"Aunque se queme cien veces, lo reconstruiremos mil veces, porque Dios está con nosotros y no tememos a nadie", afirma la comunidad cristiana de Jenin, siempre dispuesta a "resurgir".
Obispo Yllana: un acto que hay que condenar
"Este es un acto que debe ser condenado, porque no aporta nada y no es la primera vez", declaró a los medios vaticanos el nuncio en Israel, quien también es delegado apostólico en Jerusalén y Palestina, el arzobispo Adolfo Tito Yllana.
Esta actitud, dijo, "no promueve la convivencia", explicó, destacando su presencia en la inauguración del árbol de Navidad y el pesebre en la aldea de Aboud, así como en Ramala.
Una ceremonia en Ramala reunió a católicos, cristianos ortodoxos y otras comunidades, incluyendo musulmanes, para celebrar la Navidad.
"Así expresan su alegría los fieles, después de dos años, aunque exasperados. Por eso digo que estas personas -y no me refiero a comunidades, sino a individuos- que cometen estos actos no ayudan. Sabemos cómo se trata a los cristianos; lo vemos a diario; sabemos cómo se restringen sus actividades. Pero no perdemos la esperanza".
"El árbol de Navidad quiere anunciar que es nuestra fiesta y que queremos celebrarla. No podemos detenernos, no podemos olvidar que por fin podemos expresar nuestra fe, que acoge a todos. Durante estos dos años, no hemos perdido la esperanza. Y la esperanza no es una palabra vacía; aquí es la vida y el aliento de cada día. Es la esperanza a la que no hemos renunciado".
La esperanza no es sólo una palabra
En este tiempo del renacimiento del Señor, indica además el nuncio, los cristianos deben acoger al niño Jesús para ser "transformados", y deben acogerlo para que "todos, los que están cerca y también los que están más lejos, puedan ver cómo nosotros los cristianos nos llenamos de la gloria y de la alegría que nos trae el don del amor del Padre".
El arzobispo Yllana recordó entonces las palabras del papa León XIV y su llamado a una paz desarmante y desarmante, al expresar su deseo de que las comunidades cristianas perseveren, viviendo y siguiendo las palabras del Santo Padre, "dando espacio a la reconciliación, incluso con quienes no nos tratan bien, pues son nuestros hermanos, hijos del mismo Padre".
"La esperanza no es solo una palabra, concluyó el arzobispo, porque "tras dos años" de guerra en la Franja de Gaza, "aquí estamos, alegres".+