Mons. Martínez clausuró el Año Jubilar con un llamado a una fe comprometida
- 26 de diciembre, 2025
- Posadas (Misiones) (AICA)
El obispo de Posadas recordó el legado del Concilio de Nicea y exhortó a vivir la Navidad desde la sencillez, la solidaridad y la confianza perseverante.
La diócesis de Posadas cerró el Año Jubilar 2025 con la celebración de la misa de Nochebuena en la catedral San José, presidida por su obispo, monseñor Juan Martínez. La Eucaristía, transmitida a toda la provincia por Radio Tupambaé y Canal 12, congregó a la comunidad diocesana en un clima de acción de gracias y reflexión por el camino recorrido durante el Año Jubilar.
En su homilía, monseñor Martínez centró su mensaje en el misterio del nacimiento de Jesús y en los fundamentos de la vida cristiana, subrayando tres pilares esenciales: la humildad, el amor y la esperanza activa. Recordó que la fe cristiana se sostiene en los grandes misterios de la Encarnación y de la Pascua, y destacó la conmemoración de los 1.700 años del Concilio de Nicea, que proclamó que Jesucristo es "verdaderamente Dios y verdaderamente hombre".
Navidad, una manifestación concreta
El obispo explicó que la Navidad no es solo una festividad, sino la manifestación concreta del amor de Dios que se hace carne y entra en la historia humana. En ese sentido, invitó a contemplar la humildad del pesebre, donde Jesús nace lejos de toda grandeza humana, como un llamado a vivir una fe sencilla y auténtica. "La humildad es la puerta para entrar en el Reino de Dios y para alcanzar la verdadera felicidad", afirmó.
Monseñor Martínez puso también el acento en el amor como rasgo distintivo del cristiano, un amor que se expresa especialmente en la atención a los más necesitados. Recordó que el amor de Dios es gratuito y que la respuesta creyente se traduce en gestos concretos de solidaridad. "Amar es dar la vida", señaló, alentando a la comunidad a no separar la fe de las obras.
Al referirse a la esperanza, el obispo habló de una esperanza activa, capaz de sostener la fe incluso en medio de las dificultades y el sufrimiento. En este contexto, evocó el testimonio de san Juan de la Cruz, quien, aun en situaciones extremas, supo mantener viva la esperanza y dar frutos espirituales perdurables.
"Aun en el sufrimiento, la vida triunfa sobre la muerte", expresó, remarcando la centralidad de la Pascua en la comprensión cristiana del dolor.
Al concluir, monseñor Martínez exhortó a los fieles a que la celebración de la Navidad y el cierre del Año Jubilar se reflejen en la vida cotidiana. Invitó a ser "cristianos de verdad", creyendo en el amor de Dios y dando testimonio de Él con compromiso, alegría y coherencia, siguiendo el ejemplo de Jesús desde el pesebre.+