Mons. Colombo: 'La familia en un espacio de cuidado y esperanza'
- 28 de diciembre, 2025
- Mendoza (AICA)
En la clausura del Año Jubilar, el arzobispo de Mendoza invitó a valorar los vínculos familiares, a acompañar a los más vulnerables y a renovar el compromiso con una Iglesia solidaria y sinodal.
En el marco de la fiesta de la Sagrada Familia y al cierre del Año Jubilar, monseñor Marcelo Colombo, arzobispo de Mendoza, presidió el 28 de diciembre la Eucaristía en la parroquia Santa María Goretti, en la localidad mendocina de Drummond, donde reflexionó sobre la familia como ámbito privilegiado de crecimiento humano y de atención a las fragilidades, a la luz de la Palabra de Dios.
El arzobispo mendocino destacó que las lecturas bíblicas presentan a la familia como un espacio de realización personal, marcado por vínculos de cuidado, acompañamiento y fortalecimiento, especialmente hacia quienes atraviesan situaciones de vulnerabilidad. En ese sentido, subrayó que el proyecto de Dios para la familia humana está fundado en el amor, el respeto y la confianza.
Al referirse al Evangelio, monseñor Colombo puso el acento en la Sagrada Familia como una familia frágil y amenazada, obligada a vivir en permanente atención frente a los peligros que rodeaban al Niño Jesús. Destacó la figura de san José como custodio atento y obediente a la voluntad de Dios, capaz de discernir los signos divinos en los sueños, asumir la huida a Egipto y luego el regreso a una Nazaret sencilla y austera, elegida por Dios como ámbito de vida familiar serena.
Familias frágiles, símbolo de nuestro tiempo
En esa clave, señaló que la experiencia de la Sagrada Familia permite comprender las realidades de tantas familias migrantes y vulnerables de hoy, marcadas por la pobreza, la persecución y las divisiones internas. "Esta familia frágil es un verdadero símbolo para leer las fragilidades de nuestro tiempo", afirmó.
El arzobispo también vinculó esta celebración con la clausura del Año Jubilar, recordando la invitación del papa Francisco a ser signos concretos de esperanza en un mundo fragmentado y polarizado. En ese contexto, compartió su experiencia personal en Roma durante el jubileo de los movimientos sociales y el de los equipos sinodales, valorando ambos como expresiones vivas de fraternidad, solidaridad y participación eclesial.
Monseñor Colombo destacó el reconocimiento del Papa a los movimientos sociales como espacios que promueven la dignidad humana y el acceso a derechos básicos, así como el compromiso de los equipos sinodales por construir una Iglesia que escucha, integra y camina junto a todos.
Finalmente, el arzobispo mendocino expresó su deseo de que los frutos del Año Jubilar se multipliquen en la sociedad y en la vida eclesial, dando lugar a comunidades más solidarias, fraternas y fieles al Evangelio.
La celebración concluyó con un saludo a las familias y una acción de gracias por el camino recorrido durante el jubileo.+