Al concluir el encuentro, el obispo de La Rioja, monseñor Braida, destacó los desafíos y necesidades de este tiempo, que requieren el aporte y los carismas de todos los bautizados.
El obispo auxiliar electo recordó a quienes lo guiaron en el camino de la fe y habló de sus expectativas pastorales, frente a la nueva misión encomendada por el Papa.
"Que la sinodalidad nos ayude a seguir dando espacios a aquellos que tienen que tener el lugar central en la tienda", pidió el obispo argentino en el marco de la Asamblea Sinodal del Cono Sur.
Tuvo a su cargo la oración y la liturgia de apertura, y Mons. Oscar Ojea presidió la misa. Las advocaciones del pueblo argentino, compartidas con el resto de los asambleístas de la región.