El observador permanente de la Santa Sede ante la ONU advirtió que, al definir tales crímenes, uno no debe "desviarse de las normas existentes en el derecho consuetudinario".
La mediación del cardenal italiano Matteo Zuppi se centra principalmente en aspectos humanitarios, como el intercambio de prisioneros y los niños ucranianos deportados.
Pidió que cesen los ataques contra la población civil y las fuerzas de paz en el Líbano. También exhortó a "no dejar morir de frío a los ucranianos" y se refirió a la situación "dramática" en Haití.
El Papa recibió por tercera vez al presidente de Ucrania en el Palacio Apostólico, donde dialogaron en privado durante más de media hora sobre temas referidos a la guerra y la paz en ese país.