Los peregrinos llegaron al santuario de Namugongo, desde las 19 diócesis ugandesas, pero también desde Kenia, Tanzania, RD del Congo, Ruanda y Sudán del Sur, incluso de afuera de África.
La Fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada denunció los ataques contra comunidades agrícolas en el que murieron unas 40 personas y un sacerdote fue herido.
El padre Alloyce Cheruiyot Bett es el segundo sacerdote asesinado en el plazo de una semana en el país africano.
El padre Valentin Mbaibarem, párroco de la iglesia de San Juan Bautista de Madingring, en el norte de Camerún, fue secuestrado el pasado 7 de mayo mientras se desplazaba por la ruta.