El párroco de María Asunta de Umuopara, en el Sur de Nigeria, fue capturado el sábado 17. En tanto, fue liberado el padre Abraham Kunat, desaparecido desde el 8 de noviembre.
La celebración eucarística fue presidida por el cardenal Raymundo Damasceno Assis, enviado especial del papa Francisco, en el santuario de Nuestra Señora de la Piedad, en Barbacena (Minas Gerais).
El secuestro de sacerdotes y religiosos es un delito de larga data en Nigeria. Este año parece que va en aumento el número de sacerdotes secuestrados.
El Papa lo había nombrado cardenal en el consistorio del 27 de agosto. El purpurado no pudo asistir a la celebración por motivos de salud y había pasado los últimos dos meses en el hospital.