El arzobispo de Mendoza consideró que la Cuaresma es un buen momento para hacerlo. "Él quiere nuestra vida, Él nos juzga con misericordia, Él nos ama y nos rescata", aseguró.
El arzobispo recordó a los caídos haciendo hincapié en el dolor y el abandono de aquellos "críos jovencitos" e invitó a honrar a los abandonados de aquel momento, "en los abandonados de hoy".
El arzobispo sanjuanino reflexionó sobre el pasaje evangélico de la mujer adultera y destacó la actitud de Jesús que, frente a una vida rota, intentó sanarla y no romperla aún más.
El arzobispo de Bahía Blanca hizo un llamado a no dejarse vencer por el odio y a buscar siempre la reconciliación y la paz, evocando las palabras de Juan Pablo II en su última visita a la Argentina.