El obispo emérito de San Isidro consideró que es una tarea diaria y expresó un deseo: "La Patria nuestra merece un país en el que cada persona se vea respetada en su dignidad".
El arzobispo porteño presidió la misa central de las fiestas patronales en la basílica María Auxiliadora. En su homilía, destacó la cercanía de la Virgen e invitó a mantener la alegría y la confianza.
En el tedeum solemne del 215° Aniversario de la Revolución de Mayo, los obispos de las diócesis argentinas hicieron un llamado a construir "un proyecto común" para la Nación.
"La Iglesia tiene en su constitución un espíritu de cuerpo que la lleva a manifestarse en la voz de sus miembros, en la corresponsabilidad de los bautizados", recordó el arzobispo de Mendoza.