El obispo de San Francisco se refirió al Evangelio del quinto domingo de Cuaresma: "Donde un ser humano sufre y llora, allí está Cristo derramando sus lágrimas y poniendo en marcha la resurrección"
El obispo de San Isidro pidió abrir el corazón para que Jesús "nos quite todas las piedras y podamos así resucitar con él de verdad".
El arzobispo de San Juan de Cuyo hizo esta afirmación al recordar que la Iglesia está inmersa en estos momentos en "procesos de renovación en diversos niveles y lugares de modo coincidente".
En sus sugerencias para la homilía del domingo, el arzobispo emérito de Corrientes dijo que lo peor que puede ocurrirle al mundo "es perder la conciencia de su deseo de vida eterna".