El arzobispo de Mendoza recordó que el evangelio de este domingo es "una gran invitación a vivir según Dios, según Cristo y hacer como Él, capaces de darlo todo por amor".
"Estoy feliz de acompañar a mi gente, pero el efecto emocional y la sensación de impotencia ante los incendios es muy fuerte, dijo el obispo de Santo Tomé, que ya piensa en "el día después".
El obispo expresó su apoyo hacia la comunidad correntina y se comprometió a rezar a la Virgen de Itatí por el fin de los incendios.
En su reflexión, el obispo remarcó que todos los trabajadores de la educación son agentes pastorales porque "compartimos con Jesús los sentimientos, criterios y actitudes del Buen Pastor".