"Es el espíritu de Jesús que se da por entero para nuestra salvación, que se brinda por amor a cada ser humano, por amor por vos y por mí, aunque le demos la espalda", recordó el arzobispo de Rosario.
El arzobispo de Mendoza consideró clave que cada uno lo haga dejando atrás las traiciones a través del sacramento de la Reconciliación y también dejando de ser "oportunista, superficial, mezquino".
"La profunda hipocresía que atraviesa la cultura de la muerte crece aceleradamente", aseveró el arzobispo de Salta en la celebración del Domingo de Ramos y en respuesta a un funcionario sanitario.
El arzobispo bendijo los ramos e instó a tener la valentía de decir siempre: "Señor, te necesito. Yo no puedo solo, necesito que me salves para que pueda vivir con paz, con alegría, con ganas".