"Jesús nos ofrece un Reino de justicia, verdad y paz. Para que se haga carne debemos abrirle el corazón y dejar que Él impere en nuestra vida", afirmó el arzobispo de San Juan de Cuyo.
"Que el Señor nos conceda cumplir el mandamiento del prójimo como Él nos dijo: 'amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos'", pidió en la misa por esta solemnidad.
"El criterio es tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, estuve desnudo y me vestiste, estuve preso y enfermo y viniste a verme, fui forastero y me alojaste", precisó el obispo.
En la solemnidad de Cristo Rey, el obispo auxiliar de San Martín reflexionó con el Evangelio y se planteó qué sucederá el día del "juicio final".