Ante especialistas calabreses, el pontífice destacó su profesión bajo tres prismas: profesionalidad, sensibilidad humana y oración. Expresó también su preocupación por la baja natalidad en Italia.
Al recibir a sacerdotes y monjes de la Iglesias orientales les recordó que "los cristianos todavía divididos son como 'fragmentos' que deben encontrar la unidad en la confesión de la única fe".
Especialmente, el pontífice recordó a aquellos que sirven en las naciones pobres y afectadas por conflictos, especialmente en Ucrania, Medio Oriente y el Congo.
Durante su audiencia general semanal, el Papa reflexionó sobre el misterio de la Visitación e instó a los fieles a imitar a María que acogió a Dios y sus planes en su vida.