"La Eucaristía es la presencia real de Cristo, nos habla de un Dios que nos busca, espera y acompaña, invitándonos a estar cerca de los hermanos, a tener un corazón grande que no escatima", dijo.
En el Ángelus dominical, el Papa animó a ser personas "que ya no viven para sí mismas, en la lógica de la posesión y del consumo, sino que saben hacer de su vida un don para los demás".
Francisco pidió que "callen las armas y, con el compromiso de las autoridades locales y de la comunidad internacional, se ayude a la población y a los numerosos desplazados".
Francisco recibió a las Asociaciones Obreras Cristianas Italianas con motivo de su 80° aniversario y alentó a sus miembros a fomentar la solidaridad social y la paz.