El pontífice dijo estar espiritualmente cerca de las personas afectadas por el tsunami provocado por la erupción de un volcán submarino e imploró a Dios que alivie su sufrimiento.
Francisco remitió un primer aporte de 100 mil euros para los damnificados tras el paso del tifón Rai y otra suma similar a Cáritas Polonia, para hacer frente a la emergencia migratoria fronteriza.
Lo hizo en una audiencia con la Delegación Ecuménica de Finlandia, con ocasión de su peregrinación anual a Roma por la fiesta de San Enrique.
El Papa invitó a los miembros de la revista "Tierra Santa" a seguir contando los sufrimientos y esperanzas de las realidades más difíciles y sufridas y hablar de una fraternidad posible en la región.