Lo hizo en una audiencia con la Delegación Ecuménica de Finlandia, con ocasión de su peregrinación anual a Roma por la fiesta de San Enrique.
El Papa invitó a los miembros de la revista "Tierra Santa" a seguir contando los sufrimientos y esperanzas de las realidades más difíciles y sufridas y hablar de una fraternidad posible en la región.
Francisco reflexionó sobre aquel "signo" del relato evangélico de las bodas de Caná y propuso buscar en los recuerdos esos gestos que el Señor ha hecho en cada uno, para mostrar "que nos ama".
"Ofrezcamos nuestras fatigas y nuestros sufrimientos por la unidad de los cristianos", pidió el pontífice. También expresó cercanía con los damnificados por las inundaciones en Brasil.