El arzobispo porteño replicó el gesto del lavado de pies como lo hizo Jesús con sus discípulos. Lo hizo en el Complejo Penitenciario N°2 de Villa Devoto y la parroquia Inmaculada de Villa Soldati.
"Hoy confesamos que Jesucristo nos amó y nos salvó y también confesamos que nuestra esperanza es su misericordia. Su reinado es un reinado de amor y de servicio, que le lleva a dar la vida".
Durante la Misa Crismal de Jueves Santo, el arzobispo de Tucumán exhortó a los presbíteros a renovar su vocación como "misioneros de esperanza", animándolos a vivir con ardor pastoral.
"Si no estamos en ese camino, no podemos llamarnos discípulos de Jesús", planteó el primado en la misa de la Cena del Señor. "A los pies de nuestros abuelos", fue la consigna del lavatorio de los pies