"Dios es alegría, no aburrimiento. Dejémonos llevar por la mano de la Virgen. Cada vez que tomamos el Rosario en la mano y rezamos por él, damos un paso hacia la gran meta de la vida", invitó el papa Francisco en su reflexión antes del Ángelus en el día de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María a los cielos.
En el rezo del Ángelus del domingo 11 de agosto, el Santo Padre reflexionó sobre el momento en el que Jesús llama a sus discípulos a la continua vigilancia: "Estén preparados, con los vestidos ceñidos y las lámparas encendidas". En ese sentido, Francisco exhortó a prepararnos para el encuentro final y definitivo con el Señor, recordando que la vida es un camino hacia la eternidad.
¡La codicia de los bienes, el deseo de tener bienes, no satisface el corazón, sino que causa más hambre! Ten cuidado", advirtió este domingo el papa Francisco en sus palabras previas al rezo del Ángelus, comentando el Evangelio del día que narra la parábola del rico insensato. Dirigiéndose a los peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro, el pontífice animó a "buscar las cosas eternas" que son la fuente de la verdadera felicidad.
En su reflexión previa al rezo de la oración mariana del Ángelus, el papa Francisco explicó este domingo, a los miles de peregrinos congregados en la Plaza de San Pedro el valor del Padrenuestro e indicó que la oración enseñada por Jesús a sus discípulos es una invitación para ponerse "directamente en comunicación con el Padre, en "una relación personal con Él".