Será el 8 de junio, domingo de Pentecostés, con una misa presidida por el obispo Carlos Tissera en la catedral quilmeña. Habrá diversas peregrinaciones hacia el templo.
El deseo de poder y la deslealtad, son los dos "obstáculos" que impiden que un cristiano se convierta en "un verdadero servidor de Dios y de los demás", dijo el Papa a los movimientos.