El rito litúrgico fue presidido por Mons. Colombo, quien les recordó que la viudez constituye un testimonio de seguir ejerciendo responsablemente la misión familiar, profesional y social.
Mons. Marcelo Colombo destacó que esa vocación es "ícono de la ternura de Dios; modelo de fe y de gozosa esperanza, orante y fruto y expresión de la Iglesia, entendida como una familia".