Con celebraciones litúrgicas, encuentros juveniles y recorridos por lugares históricos, la Familia Salesiana conmemoró el inicio de su presencia misionera en el país y renovó el carisma de Don Bosco.
En la basílica de María Auxiliadora en Valdocco, el rector mayor, padre Fabio Attard, presidió la Eucaristía, de la que participó la familia salesiana.
El 12 de junio, en el marco del jubileo de los sacerdotes, al cumplirse 150 años de esa consagración realizada por el beato Jacinto Vera en 1875.
El arzobispo Isao Kikuchi presidió la misa de acción de gracias y, como esos "primeros misioneros", llamó a hacer renacer "la esperanza" en la sociedad actual, que está "envejecida y debilitada".