El arzobispo destacó a las mujeres de los barrios populares que, pese a sus propios dolores y limitaciones, "siguen siendo una fuente inagotable de afecto y ternura".
El arzobispo de San Juan de Cuyo recorrió las calles de la capital provincial con los ojos vendados y en silla de ruedas, junto a una persona ciega y otra impedida para movilizarse normalmente.
Tras recordar que "la Iglesia existe para evangelizar", el arzobispo de San Juan subrayó que la misión debería ser "articuladora de la vida de cada comunidad", con un llamado al compromiso de "todos".
El arzobispo de San Juan dedicó su reflexión semanal a destacar dos acontecimientos: por un lado, la asamblea sinodal que encabeza el Papa; y, por otro, la peregrinación juvenil al santuario mariano.