"El magisterio de la Iglesia tiene que iluminar, con la palabra de Dios la realidad de la vida social y no puede callarse, no puede estar fuera", aseguró el obispo de San Isidro.
"El Señor tiene que ayudarnos, en este momento tan difícil, para poder vivir auténticamente la fraternidad", consideró el obispo de San Isidro, en su reflexión dominical.
"Tenemos que buscar una sociedad nueva que premie la generosidad, la participación, el servicio, y no, todo lo que significa excluir a los demás, buscar solamente el interés personal", sostuvo.
"Para asumir el desafío que tenemos delante, tenemos que estar más juntos que nunca, y el Papa invita a soñar que eso es posible", sostuvo el obispo, y completó: "Tenemos que aprender a convivir".