El sacerdote, perteneciente al clero de San Isidro, tenía 65 años y una reconocida labor como secretario ejecutivo de la Cepas. Velatorio y misa exequial en la parroquia Nuestra Señora de Aránzazu.
"No hay alegría más grande que comprobar que podemos hacer felices a los demás", destacó el obispo de San Isidro al explicar qué implica ser Iglesia en salida, Iglesia misionera.
En el marco del Día internacional de la lucha contra las drogas, Mons. Ojea celebró una misa con los nueve Centros Barriales de Cáritas que acompañan a miles de jóvenes en recuperación de adicciones.
En su reflexión por la solemnidad del Corpus Christi, el obispo de San Isidro subrayó que "la fra-ternidad exige que no quede nadie afuera".