Mons. Colombo lo informó esta mañana, y recordó al presbítero como "un verdadero apóstol, siempre misionero en nuestros barrios y comunidades". Destacó además su alegría y entusiasmo apostólico
"La fe nos permite distinguir lo que es noble, lo que es bueno, lo que es recto; por eso los mandamientos, por eso la ley del amor", recordó el arzobispo de Mendoza.
"Volver a evocar la presencia de Dios en nuestra vida es para nosotros motivo de fortalecimiento interior y de confirmación en su seguimiento", subrayó el arzobispo de Mendoza.
La misa de exequias fue en la capilla de la casa de las Hermanas Obreras Catequistas. La presidió el arzobispo de Mendoza, Mons. Colombo. Sus restos fueron llevados al cementerio de Potrerillos.