Acompañados por el obispo Juan Ignacio Liébana, sacerdotes, diáconos y toda la comunidad, los niños y adolescentes compartieron una Jornada llena de alegría y color.
El purpurado pidió que los legisladores voten por la dignidad y no por la decadencia. Alertó acerca de que la trampa de las apuestas virtuales lleva a la adicción y también, a veces, al suicidio.
En la actividad se realizó en el Campito Santo, donde compartieron catequesis, celebraciones y momentos recreativos y de oración. También se realizó una procesión de antorchas.
Con motivo de su visita pastoral a la ciudad italiana Francisco se encontró con niños y jóvenes en la plaza de la basílica de San Zenón, a los que animó a ser signos de paz y esperanza.