La comunidad diocesana se reunió en el Cruce Varela en una jornada marcada por la memoria, la fraternidad y el compromiso con los más vulnerables rumbo al 50º aniversario de la diócesis.
El obispo local, monseñor Tissera, presidió la celebración junto a otros prelados, y animó a que "el testimonio de Jesús despierte a la sociedad dormida, a la sociedad ausente, a la sociedad mezquina"
Llevará por lema "La oración del pobre sube hasta Dios", y se enmarcará en la Jornada Mundial de los Pobres. La presidirá el obispo local, Mons. Carlos Tissera y será a las 19, en el Cruce Varela.
El obispo de Quilmes presidió la Misa de la Esperanza y dijo que esa esperanza "nos ayuda para sostenernos unos a otros y gestar lo nuevo, eso que sólo el amor puede hacer: una nueva humanidad".