Acompañados por el obispo Juan Ignacio Liébana, sacerdotes, diáconos y toda la comunidad, los niños y adolescentes compartieron una Jornada llena de alegría y color.
El encuentro incluyó la inauguración de nuevas instalaciones, la plantación de olivos como símbolo de paz y una misa concelebrada en la que se entronizó una imagen de San Francisco de Asís.
El obispo de Chascomús llamó a reconocer la dimensión espiritual del ser humano. "Nuestros legisladores deben contemplar al hombre en su totalidad, sin excluir a Dios del ámbito público", planteó.
A 205 años de su aparición, el santuario mariano reúne a miles de fieles. Más de 160 servidores de Chascomús y Buenos Aires se suman por segundo año consecutivo.