"La muerte no es un final, sino un paso hacia la vida eterna en el amor de Dios", afirmó León XIV en la celebración de todos los fieles difuntos en el cementerio del Verano.
León XIV celebrará la misa, el 2 de noviembre por la tarde, en el cementerio romano y al día siguiente, una misa en la Basílica de San Pedro, por los cardenales y obispos fallecidos durante el año.