El Papa celebró este domingo la Fiesta de la Sagrada Familia reflexionando sobre cómo nunca debemos perder la capacidad de maravillarnos ante Dios, incluso en medio de las dificultades.
"Se puede- y como cristianos debemos- celebrar con sencillez, sin despilfarros, y compartiendo con quienes carecen de lo necesario o les hace falta la compañía", aseguró el Pontífice.
El Papa Francisco reflexionó sobre el poder del silencio, sobre la necesidad de escuchar y de convertirnos en voces creíbles que testimonien la venida del Hijo de Dios.
El pontífice recordó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, de la que se cumplen 75 años, reconociendo los pasos adelante que se dieron y también lamentando los eventuales retrocesos.