En un telegrama enviado al arzobispo de Nueva Orleans, Francisco manifestó su "cercanía espiritual" con las personas afectadas por el atentado de la madrugada del 1° de enero.
Francisco recuerda el compromiso del expresidente estadounidense "con la causa de la reconciliación y la paz entre los pueblos".
El Papa Francisco había hecho un llamamiento a favor de esos convictos, que fue apoyado por los obispos estadounidenses y por asociaciones humanitarias.
Mientras el actual presidente se prepara para dejar el cargo, los prelados lo instaron a cambiar las sentencias de muerte federales actuales por penas de prisión, antes de que finalice su mandato.