El bombardeo aéreo impactó en uno de los edificios del complejo de la iglesia ortodoxa griega de San Porfirio, donde se refugiaban cristianos desplazados. Reportaron al menos 16 personas muertas.
El gobernador general de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro afirmó que "no es posible llevar alimentos, agua o medicinas". También reveló que cerca de un millar de cristianos huyeron de la región.
"Todas las guerras se pierden, nunca hay vencedores. Si queremos buscar algún vencedor, sólo se lo podrá encontrar entre aquellos que promueven la paz", aseguró el arzobispo de Córdoba.
El sacerdote argentino Gabriel Romanelli notificó sobre el estado actual de su comunidad en medio de la guerra y pidió rezar por "todos los habitantes de Gaza, quienes viven vida de desplazados".