Exhortaron a judíos y palestinos a detener la escalada de violencia y muerte, y pidieron que se mantenga el "status quo de los lugares sagrados". "Que la paz de Dios reine en su plenitud", rogaron.
"El centro del conflicto, como siempre es Jerusalén", asegura el padre Ibrahim Faltas, sacerdote franciscano de la Custodia de Tierra Santa.
En una nota, el Patriarcado Latino de Jerusalén expresó su "desánimo y preocupación" por la violencia en Jerusalén, que violan "la santidad del pueblo y la ciudad".
El último grupo de peregrinos fue del 13 de marzo de 2020