El obispo de Concordia invita a vivir intensamente la Cuaresma y exhorta a la comunidad a caminar juntos, renovando el compromiso de ser una Iglesia viva, sanadora y en comunión.
Lo advirtió el arzobispo emérito en su sugerencia para la homilía. Destacó, sin embargo, que la Cuaresma ofrece la ocasión de participar de la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte.
El arzobispo presidió la misa de Ceniza en la catedral porteña, donde animó a darse por completo a los demás, a ayunar de palabras hirientes y a rezar por las personas que "más nos cuestan".
El primado argentino recordó que la raíz de la esperanza es la convicción de que "el amor de Dios no nos abandona" y de que "Dios me tiene en sus brazos, me acompaña, no se deja vencer por el mal".