El arzobispo de Córdoba reflexionó sobre la carta de san Pablo a Filemón y el llamado evangélico a cargar con la cruz. También recordó a los nuevos santos jóvenes canonizados en Roma.
El arzobispo de Córdoba destacó que "la humildad es la conciencia de la propia realidad a la luz de los ojos de Dios" y advirtió sobre los riesgos del poder y de la vanidad.
Fue en el marco del encuentro jubilar en Córdoba. Los invitó a convertirse en vigías de la vulnerabilidad, atentos a las heridas y fragilidades de los más pequeños y de quienes se sienten más solos.
El arzobispo de Córdoba afirmó que el Reino de Dios está abierto para todos, aunque su acceso exige un camino de conversión, compromiso y amor concreto al prójimo.