Al concluir el Año Santo, el obispo de San Isidro destacó el compromiso pastoral de parroquias y comunidades que acogieron a los peregrinos y sostuvieron el camino jubilar.
Al cerrar el Año Jubilar en Santiago del Estero, el primado dio gracias por los frutos recibidos y propuso líneas pastorales para una Iglesia misionera, cercana a los jóvenes y con espíritu sinodal.
La misa en la catedral porteña fue de acción de gracias por los frutos del Año Santo. El arzobispo pidió ser testigos comprometidos, capaces de soñar sin evadirse de la realidad cotidiana.