En el marco de los 50 años de la Diócesis de Quilmes, el arzobispo repasó su experiencia vocacional, la impronta fundacional de los primeros años y la vigencia de una Iglesia cercana a los pobres.
En la catedral Inmaculada Concepción, el obispo de Quilmes ordenó al seminarista Ezequiel David Ifran, quien eligió como lema: "Mi espíritu se alegra en Dios mi salvador".
Tissera y Redondo invitan a contemplar la llegada de Jesús en medio del cansancio social y a disponerse al Año Jubilar y al camino hacia el Tercer Sínodo, con espíritu comunitario y solidario.
El obispo y el director de Cáritas Quilmes fueron designados en un espacio de la UNAJ que impulsa proyectos educativos, sociales y productivos junto a instituciones y organizaciones del territorio.