Durante tres jornadas, el clero riojano vivió un tiempo de encuentro, formación, oración y fraternidad, en el que pudo compartir la vida, descansar y renovar su espíritu pastoral.
Los sacerdotes de la diócesis compartieron sus jornadas de formación permanente en Villa Cura Brochero. Contaron con la presencia del obispo, monseñor Araya, y del presbítero Roberto Almada.
Representantes de parroquias, capillas y comunidades educativas de todo Cruz del Eje participaron de una jornada de oración, reflexión y trabajo pastoral centrada en la escucha comunitaria.
Miles de peregrinos visitaron Villa Cura Brochero en el aniversario del santo cordobés. A caballo o a pie, los devotos recorrieron largas distancias para participar en las celebraciones en su honor.