"Solamente nos vamos a sentir plenos cuando esté esa huella de Dios, que es amor, que es comunión, que es apertura al otro, pero que también es entrega y sacrificio", expresó el obispo auxiliar.
En una misa en el templo del barrio porteño de Belgrano, el obispo Enrique Eguía Seguí recordó que cada 4 de julio se hace "memoria agradecida por la 'entrega padecida'" por los cinco religiosos.
El obispo referente de la pastoral de las villas consideró positivo que, en "un barrio donde la mayoría de la gente resiste y padece al delito", se apele a esa iniciativa de reparación e integración.
"Está en nosotros reconocer su presencia con alegría, a la luz de la fe", sostuvo el asesor espiritual al presidir la primera misa del nuevo Consejo de la institución laical en Buenos Aires.