Mons. Cannavó: 'Caminar hacia el Padre, pero también amando y entregándonos'
- 17 de junio, 2025
- Buenos Aires (AICA)
"Solamente nos vamos a sentir plenos cuando esté esa huella de Dios, que es amor, que es comunión, que es apertura al otro, pero que también es entrega y sacrificio", expresó el obispo auxiliar.
El obispo auxiliar de Buenos Aires, monseñor Pedro Cannavó, presidió la misa de la solemnidad de la Santísima Trinidad en la catedral porteña, donde recordó que "Dios nos participa de ese misterio de comunión y de amor. Nos llama y no nos podemos sentir realmente plenos ni reconocernos a nosotros mismos sin esa unidad y esa diversidad", profundizó.
El prelado puntualizó esta unidad al afirmar: "No nos podríamos entender solos". Y ejemplificó: "Un bebé cuando nace necesita del cuidado, del cariño, del amor de su familia, de los suyos. Si no, no puede subsistir".
"Más adelante podríamos decir que nosotros podríamos subsistir solos, sin otras personas, pero sería sólo sobrevivir. Vivir en plenitud solamente de cara al encuentro con los demás y de cara al encuentro con Dios. No nos podemos sentir realmente realizados si no nos encontramos con los demás", sostuvo.
"También podríamos decir que esta huella está en la familia, en la sociedad y en nuestra patria. Qué difícil es cuando no podemos vivir realmente esta huella y este Espíritu que tenemos desde el bautismo; de esta unidad de este Dios que es creación", lamentó.
El obispo auxiliar advirtió que "cuando no nos tratamos como hermanos, cuando no nos cuidamos, cuando vivimos divididos, cuando no nos damos cuenta que el otro es un regalo de Dios para mí, y yo soy un regalo de Dios para él" y detalló: "Cuando vivimos peleándonos, cuando vivimos en las divisiones, en las internas, no nos podemos sentir plenos".
Unidad no es uniformidad
Tras aclarar que la unidad no es uniformidad, sino "una unidad en la diversidad de estas personas, de Dios que es Padre, que es Hijo y que es Espíritu, consideró: "También podríamos decir que, en la familia, en la patria, en la comunidad, también tenemos que estar unidos, pero no uniformes".
"Cada uno respetando y amando esta hermosa diversidad. Qué difícil es cuando nosotros solamente queremos y amamos lo que es igual a nosotros. Qué difícil se torna cuando no soportamos que el otro sea distinto, que piense distinto, que sienta distinto, que celebre o viva distinto", expresó.
Monseñor Cannavó destacó que "de un Dios que es amor, que se entrega y que es capaz de sufrir, de dar la vida por los demás, se da esta plenitud de nuestro ser, de caminar hacia el Padre, pero también amando y entregándonos".
"Qué difícil es también cuando en la sociedad o en la familia vivimos de intereses, cuando cosificamos o queremos sacar rédito del otro, cuando no hay gratuidad, cuando buscamos el poder, el beneficio, la ventaja", planteó.
"Solamente nos vamos a sentir plenos cuando esté esa huella de Dios, que es amor, que es comunión, que es apertura al otro, pero que también es entrega y sacrificio. Pero es una entrega que da vida en plenitud", valoró.
El obispo auxiliar invitó a dejar que esta huella y esta participación del misterio de Dios en la vidas de cada uno "también nos marque y nos lleve por ese mismo camino de amor".
"Podríamos decir que también el fin de los tiempos está marcado por esa Santísima Trinidad. El cielo, más que ser un lugar, es participar de este gran misterio de amor, es ser abrazados por Dios Padre, por Dios Hijo y por el Espíritu, y ahí encontrar nuestra verdadera plenitud", concluyó.+