Lunes 22 de diciembre de 2025

El Papa a los empleados del Vaticano: 'Con nuestras tareas alabamos a Dios'

  • 22 de diciembre, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
En su saludo al personal de la Curia Romana, la Gobernación y el vicariato de Roma y sus familias, León XIV les agradeció por su trabajo y prometió ir visitando sus diversos ambientes de trabajo".
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Hoy no tenemos que hablar de trabajo, pero quiero aprovechar esta oportunidad para agradecerles a cada uno por el trabajo que realizan. Este fue el saludo del papa León XIV a los empleados de la Curia Romana, la Gobernación y el Vicariato de Roma, recibidos en el Aula Pablo VI con sus familias. 

"Gracias por su cálido saludo y, sobre todo, gracias por venir a esta reunión navideña", comenzó el Santo Padre. "Esta es mi primera vez, y es la primera vez que los veo a todos juntos, incluidos muchos de sus familiares, ¡y esto me alegra mucho!", les dijo. 

"Estoy conociendo el Vaticano como un gran mosaico de oficinas y servicios, y poco a poco, con la ayuda de Dios, creo que también podré conocerlos visitando los diversos entornos laborales", prometió el Papa. 

"Pero hoy me alegro de este momento familiar, ya casi en vísperas de Navidad. Lo estamos viviendo ante el pesebre, que de hecho también está presente aquí, en este pesebre donado por Costa Rica".


León XIV explicó que en el pesebre, la imaginación popular incluyó a menudo numerosas figuras de la vida cotidiana, que pueblan el espacio que rodea la cueva. "Así, además de los inevitables pastores, protagonistas del acontecimiento según el Evangelio, encontramos figuras que representan diversas profesiones: el herrero, el posadero, el lavandero, el afilador de cuchillos, etc.", continuó el Papa. 

"Naturalmente, se trata de profesiones antiguas: algunas desaparecieron o se transformaron por completo. Sin embargo, conservan su significado en el pesebre. Nos recuerdan que todas nuestras actividades, nuestras ocupaciones cotidianas, adquieren su pleno sentido en el plan de Dios, centrado en Jesucristo". 

"Es como si el Niño Jesús, desde el pesebre donde yace, bendijera todo y a todos", comentó el Papa: "Su presencia dulce y humilde difunde la ternura de Dios por doquier. Mientras María y José adoran al Niño y los pastores se acercan llenos de asombro, los demás personajes siguen con sus actividades cotidianas. Parecen ajenos al acontecimiento central, pero no es así: en realidad, cada uno participa tal como es, permaneciendo en su lugar y haciendo lo que le corresponde, su trabajo". 


"Me gusta pensar que puede ser lo mismo para nosotros, en nuestras jornadas laborales", añadió el Papa: "Cada uno realiza su tarea y alabamos a Dios precisamente por hacerla bien, con compromiso. A veces estamos tan ocupados con nuestras agendas que no pensamos en el Señor ni en la Iglesia, sino en el hecho mismo de trabajar con dedicación, intentando dar lo mejor de nosotros mismos, y también -para ustedes, los laicos- con amor a su familia, a sus hijos, esto da gloria al Señor". 

"Aprendamos del nacimiento de Jesús el estilo de la sencillez y la humildad, y todos juntos hagamos que este sea cada vez más el estilo de la Iglesia, en todas sus expresiones. La invitación final: 'Por favor, transmitan mi saludo a sus seres queridos en casa; especialmente a los ancianos y enfermos, díganles que el Papa reza por ellos. Les deseo una santa Navidad, en la alegría y la serenidad que Jesús nos regala. ¡Gracias!'".+