Mons. Azpiroz Costa llama a renovar la esperanza y el camino de una Iglesia en salida
- 24 de diciembre, 2025
- Bahía Blanca (Buenos Aires) (AICA)
En su mensaje de Navidad, el arzobispo de Bahía Blanca invita a vivir este tiempo como peregrinos de esperanza, uniendo fe, caridad y compromiso concreto con la vida de la Iglesia y del mundo.
En su mensaje de Navidad, el arzobispo de Bahía Blanca, fray Carlos Azpiroz Costa OP, invitó a la comunidad a vivir este tiempo como peregrinos de esperanza, uniendo fe, caridad y compromiso concreto con la vida de la Iglesia y del mundo. El texto propone una reflexión amplia que vincula la celebración de la Navidad con el cierre de un ciclo pastoral y la proyección hacia los desafíos futuros.
En su mensaje, el prelado pone el acento en la espera confiada del Señor y en la convicción de que la esperanza cristiana impulsa a reconocer la presencia de Dios en la historia cotidiana, en la vida comunitaria, en la Eucaristía y en el servicio a los más pequeños y vulnerables. Desde esa perspectiva, el arzobispo destaca la importancia de la fe como memoria viva y de la caridad como expresión diaria del amor cristiano.
Monseñor Azpiroz Costa retoma el lema "Peregrinos de esperanza" para realizar un balance del camino recorrido en la arquidiócesis. Recuerda el Jubileo celebrado y el proceso sinodal vivido tanto a nivel local como universal. En ese marco, subraya la necesidad de profundizar una Iglesia más participativa, fraterna y misionera, en sintonía con el impulso del Sínodo de los Obispos y el magisterio reciente.
Revalorización del Concilio Vaticano II
Uno de los ejes centrales del mensaje es la revalorización del Concilio Vaticano II, al cumplirse 60 años de su clausura. El arzobispo lo presenta como una referencia clave para comprender el presente y el futuro de la Iglesia, especialmente en lo relacionado con la sinodalidad, el diálogo con el mundo y un estilo pastoral marcado por la misericordia, la escucha y la inclusión. Insiste además en la necesidad de interpretar el Concilio desde una renovación en continuidad con la tradición de la Iglesia.
El texto también resalta el diálogo como estilo propio de la vida eclesial, inspirado en el modo en que Dios se comunica con la humanidad. Propone un lenguaje pastoral que privilegia la cercanía, la claridad y la confianza, y que busca ofrecer acompañamiento y esperanza antes que confrontaciones o condenas.
Por último, el arzobispo bahiense advierte sobre el riesgo de dejarse llevar por lecturas superficiales o posturas polarizadas dentro de la Iglesia. Invita a una fe madura, arraigada en el Magisterio y en el discernimiento comunitario. La exhortación final anima a comenzar el nuevo año con una actitud de paz, confianza y perseverancia, y a renovar el compromiso de caminar juntos como Iglesia.+
