Miércoles 16 de julio de 2025

Budistas y cristianos juntos por la reconciliación y la paz

  • 28 de mayo, 2025
  • Nom Pen (Camboya) (AICA)
Del 26 al 29 de mayo, líderes religiosos y académicos de todo el mundo se reúnen en Nom Pen (Camboya) en el octavo Coloquio Cristiano-Budista para reflexionar y dialogar.
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"Diálogo y fraternidad son las palabras clave para avanzar en el camino de la paz. Con el papa León XIV queremos seguir dialogando y construyendo puentes", expresó el vicario apostólico de Nom Pen (Camboya), monseñor Olivier Schmitthaeusler, en su discurso de bienvenida al octavo Coloquio Cristiano-Budista, que reúne a 50 delegados budistas y católicos internacionales de 20 países.

"El Coloquio -en curso del 26 al 29 de mayo en la capital camboyana, centrado en el tema "Juntos trabajamos para construir la paz a través de la reconciliación y la resiliencia"-, representa un acontecimiento histórico para nuestra pequeña Iglesia católica en Camboya, y reforzará el trabajo de diálogo y paz que llevamos a cabo aquí y en nuestros respectivos países", subrayó el obispo.

Al inaugurar los trabajos, monseñor Schmitthaeusler expresó la calurosa acogida de parte de la Iglesia católica de Camboya, "una pequeña comunidad de unos 20.000 fieles, con 80 sacerdotes -14 de ellos locales- y 200 religiosos y religiosas, entre los cuales 15 son religiosas camboyanas". Además, agradeció la presencia y el apoyo de las máximas autoridades religiosas del país, incluido el Ministro de Religiones y Cultos. 

"En la realidad camboyana convivimos en paz y armonía", afirmó el vicario apostólico, "y es precisamente esta paz la que nos permite construir una sociedad orientada al futuro con confianza".


"La justicia -concluyó el prelado- asegura el bien común y la dignidad de cada persona, y de ella brota la paz. Una paz que no es simplemente la ausencia de guerra, sino la convivencia fraterna y armónica. Que este Coloquio sea un signo visible de esta armonía que, en este Año Jubilar para la Iglesia, nos conduzca a todos hacia la esperanza".

Organizado por el Dicasterio para el Diálogo Interreligioso en colaboración con las universidades y monasterios budistas de Camboya y la Conferencia Episcopal local, el encuentro cuenta con la participación de representantes de ambas religiones, entre ellos delegados de la Federación de Conferencias Episcopales de Asia.

Un "poderoso signo de esperanza"
"Esta sesión ofrece un espacio sagrado en el que budistas y cristianos se reúnen no sólo como representantes de dos tradiciones venerables, sino unidos por un compromiso común en favor de la concordia", expresó por su parte el cardenal George Jacob Koovakad, prefecto del Dicasterio para el Diálogo Interreligioso, al inicio del encuentro.

"En un mundo fragmentado por la violencia marcado por los conflictos y oprimido por la injusticia, la pobreza y la degradación del medio ambiente, nuestra asamblea de líderes espirituales y practicantes representa un poderoso signo de esperanza", observó el prefecto

El cardenal Koowakad explicó que "en el centro de nuestro encuentro hay dos tesoros espirituales: la reconciliación y la resiliencia, que están profundamente arraigadas en nuestras respectivas creencias y son capaces de construir y sostener una paz duradera".

Contra toda desigualdad
El cardenal subrayó también lo fundamental que es, en un contexto histórico dominado por enormes desigualdades, dar testimonio del poder curativo de la religión en beneficio de un mundo que describe como cada vez más inquieto: "No puedo evitar pensar en los más afectados por la guerra y la injusticia, los que sufren directamente y los que, cansados de los titulares saturados de tragedia, se han alejado con desesperación. La realidad del sufrimiento causado por la violencia, los prejuicios y la desigualdad es innegable".

De ahí que, concluyó, "nuestras tradiciones espirituales ofrecen tanto una visión como una misión: nos instan a rechazar la apatía y a asumir la difícil tarea de la construcción de la paz. Nos desafían a elegir la reconciliación en lugar de la venganza, la resiliencia en lugar de la resignación".

Desde su primera edición en 1995 en Taiwán, el Coloquio se celebró en países como India, Japón, Italia y Tailandia. La edición de este año aborda cuestiones urgentes como la violencia, la fragmentación social y las crisis ecológicas, subrayando cómo los valores comunes del budismo y el cristianismo -como la compasión, la justicia y el amor- pueden contribuir a construir comunidades resilientes y restaurar la dignidad humana.+