Miércoles 31 de diciembre de 2025

León XIV: 'Agradecemos a Dios por el don del Jubileo'

  • 31 de diciembre, 2025
  • Ciudad del Vaticano (AICA)
El Papa presidió las primeras vísperas de la solemnidad de la Santa Madre de Dios en la Basílica de San Pedro. Invitó a la gratitud por el don del Año Santo.
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El papa León XIV celebró las tradicionales vísperas de Año Nuevo con un solemne tedeum en la Basílica de San Pedro. El pontífice hizo una llamado a la paz, la esperanza y la solidaridad. "En nuestro tiempo se necesita un plan sabio, benévolo y misericordioso. Un proyecto libre y liberador, que prometa paz y sea fiel", expresó.

El Santo Padre destacó la excepcional riqueza de las primeras vísperas de la solemnidad de la Santa Madre de Dios, que alude a la maternidad divina de María y recordó que esta celebración concluye la Octava de Navidad y marca la transición de un año a otro. Añadió que la celebración de este año coincide con un momento especial del Año Jubilar, que está a punto de concluir.

El plan de Dios para la humanidad
El Papa también se refirió a las palabras de San Pablo, quien escribió: "Pero cuando llegó la plenitud de los tiempos, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para rescatar a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiéramos la adopción de hijos", enfatizando que esta forma de presentar el misterio de Cristo evoca un gran plan para la historia de la humanidad. Es un plan misterioso, pero con un centro luminoso, como una alta montaña iluminada por el sol en medio de un denso bosque: este centro es la "plenitud de los tiempos".

El plan de Dios y el plan del hombre
León XIV subrayó que en nuestros tiempos sentimos la necesidad de un plan "sabio, benévolo y misericordioso: un plan libre y liberador, pacífico y fiel".


"El mundo contemporáneo, señaló el Papa, emplea diversas estrategias para conquistar mercados, territorios y esferas de influencia. Estas son estrategias armadas, ocultas tras discursos hipócritas, pronunciamientos ideológicos y falsos temas religiosos. Mientras tanto, Nuestra Señora, la más pequeña y la más alta de las criaturas, lo ve todo con los ojos de Dios, quien disipa los planes de los soberbios y exalta a los humildes".

Los pequeños son grandes para Dios
"Dios ama la esperanza en los corazones de los humildes y lo hace involucrándolos en su plan de salvación", dijo León XIV y señaló que cuanto "más hermoso es este plan, mayor es la esperanza. El mundo avanza, guiado por la esperanza de muchas personas sencillas, desconocidas pero conocidas por Dios, que creen en un mañana mejor. Uno de ellos fue San Pedro, un pescador de Galilea".

El Jubileo como signo de un mundo nuevo
León XIV recordó que el Jubileo "es un gran signo de un mundo nuevo, renovado y reconciliado, según el plan de Dios". Añadió que, en este plan, la Providencia había reservado un lugar especial para la ciudad de Roma, "no por su esplendor ni por su poder, sino porque aquí Pedro, Pablo y muchos otros mártires derramaron su sangre por Cristo".

El Papa expresó su deseo de que Roma esté a la altura de la tarea de los pequeños que viven aquí, especialmente los niños, los solitarios y los débiles, las familias que luchan por sobrevivir y los hombres y mujeres que vinieron de lejos con la esperanza de una vida digna.

Gratitud por el don del Jubileo
Al final de su último discurso del año, el Sucesor de Pedro animó a la gratitud a Dios por el don del Jubileo, "un gran signo de su plan de esperanza para la humanidad y el mundo". 


El Santo Padre agradeció a todos los que trabajaron durante el Jubileo para servir a los peregrinos y hacer de Roma una ciudad más acogedora. "Esto -dijo León XIV- era precisamente lo que el papa Francisco deseaba al proclamar el Jubileo" y los animó a continuar, para que Roma "siga siendo una ciudad animada por la esperanza cristiana y al servicio del plan de amor de Dios para la familia humana".

Al finalizar las celebraciones de Nochevieja, León XIV se dirigió a la Plaza de San Pedro para rezar ante el pesebre, se acercó al Niño Jesús y desde allí bendijo al pueblo antes de ir a saludarlo".+